miércoles, 27 de junio de 2007

El cambio climático dificulta la reducción del hambre en el mundo

La recientemente fundada “Asociación España – FAO”organiza en Madrid jornada sobre el cambio climático


Madrid, 27 de junio de 2007. Una gran preocupación por los efectos que el cambio climático está produciendo sobre la agricultura y las posibilidades de reducción del hambre a nivel mundial expresaron los participantes en la jornada de estudio “REPERCUSIONES DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN MUNDIAL”, que fue convocada hoy por la “Asociación España – FAO” (AEFAO), en la sede de la Fundación Foro Agrario en Madrid.

El objetivo de esta jornada, según explicó el presidente de AEFAO Jaime Lamo de Espinosa, es el conocimiento y debate de los principales impactos que el cambio climático ejerce sobre la agricultura y sus sistemas de producción. “Si hay un tema en el que la sociedad esté concienciada es este, ya que el desarrollo, el gran consumo energético y el calentamiento global por las emisiones de C02 son consecuencias directas de la acción de los seres humanos y están produciendo cambios climáticos evidentes a los ojos de todas las personas”, afirmó Lamo de Espinosa.

En las palabras de bienvenida a los participantes a este encuentro, que es el primer acto público que realiza la recientemente fundada “Asociación España – FAO”, Pedro Urbano, presidente del Foro Agrario, manifestó que “la agricultura puede ser el factor más importante para reducir el cambio climático, siendo ésta el principal sumidero de carbono”. Y alentó a los participantes afirmando que “desde el momento en el que se reduzcan las emisiones de C02, se reducirá el calentamiento global”.

El principal experto invitado a esta jornada fue Wulf Killman, presidente del Grupo Inter-Departamental de la FAO sobre Cambio Climático, quien abrió su ponencia indicando que nuestro clima está cambiando y recordó que “la temperatura de la superficie de la tierra se mantuvo relativamente estable durante los últimos mil años, pero que ésta aumentó 1º C desde 1850”. Según explicó Killman, esto se debe al efecto invernadero, por el aumento de emisiones de C02, a las que la agricultura y las actividades forestales han contribuido considerablemente, suponiendo un 25% de emisiones de dióxido de carbono, de la que el 18% es causada por la deforestación y la degradación de los bosques.

Apoyado en estudios del IPCC sobre el impacto del cambio climático en Europa, Killman anunció que podrían producirse devastadoras consecuencias a causa del aumento de los sucesos de clima extremo. Inundaciones, sequías, pestes y enfermedades, muertes por las altas temperaturas (olas de calor) son algunas de las consecuencias que podrían ocurrir si no se adoptan serias medidas para frenar el impacto.

“En España, dependiendo de los escenarios, la disponibilidad del agua puede reducirse hasta un 35% si la temperatura aumenta entre 3º y 4º C, lo que implicaría una menor disponibilidad para el regadío y podría provocar un aumento de incendios forestales”, afirmó Killman.

En cuanto a los países subdesarrollados, las alteraciones climáticas pueden producir una disminución de la productividad agrícola. “Ahora hay 850 millones de personas con hambre en el mundo, una cifra que los países miembros de las Naciones Unidas se han propuesto reducir a la mitad para el año 2015, meta que será muy difícil de alcanzar a causa del cambio climático”, subrayó Killman.

El experto de la FAO también se refirió a los sistemas de producción agrícolas. “Porque el clima ya está cambiando, tenemos que adaptar los sistemas de producción agrícolas, y sus prácticas para evitar en la medida de lo posible el aumento de las emisiones de C02”.

A pesar que todavía existan muchas “incertidumbres sobre las previsiones” y haga falta profundizar más el trabajo científico, el cambio climático es un problema que afecta a la seguridad alimentaria y que tendrá consecuencias serias sobre la naturaleza y la sociedad. El presidente del Grupo Inter-Departamental de la FAO sobre Cambio Climático propone mitigar el problema a través de un control de la tala de árboles, una paulatina substitución de la energía fósil por energías renovables, y una mejor utilización del agua y la energía. “Hay que desarrollar una conciencia sobre la importancia del agua y la energía, para ser más eficaces en su uso”, concluyó Killman.



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Fotos: La fototeca de la FAO ofrece imágenes de alta calidad sin costo. Visite el sitio: http://www.fao.org/newsroom/es/photo/ Este comunicado fue publicado por la Oficina de Información para España y Andorra, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, www.fao.org).

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